viernes, 21 de enero de 2011

HISTORIA DE UBEDA (PARTE II)... Para empezar conozcamos un poquito nuestra historia...

TIERRA DE FRONTERA

A partir del siglo XII los reyes castellanos aumentan progresivamente la presión sobre el Alto Guadalquivir y Úbeda sólo es mencionada en las fuentes escritas como escenario de episodios bélicos, por ejemplo cuando la región fue objeto de los ataques de Alfonso VII de León, primero en 1137 y posteriormente en 1147, momento en el que se apoderó de Úbeda, Baeza y Almería. Durante diez años la ciudad permaneció en manos de los castellanos, hasta que la contraofensiva almohade les obligó a retirarse en 1157. Reconquistada y devastada por Alfonso VIII  tras la batalla de las Navas de Tolosa, o Batalla de Úbeda, es perdida al poco tiempo. Entretanto la ciudad es saqueada y arrasada en varias ocasiones más, siendo su población masacrada por los cruzados en la batalla de 1212.

En el año 1233, Úbeda es definitivamente conquistada por Fernando III de Castilla tras largo asedio, convirtiéndose en ciudad realenga y titular de un arciprestazgo:

«...Fernando III  desde Toledo se dirigió con su ejército contra Úbeda, ciudad que por la situación entre Ibn Hud y Muhammad ibn Nasr no recibía socorro. Puso asedio a la misma el 6 de enero de 1233. Cuando los defensores de la ciudad se convencieron de que no tenían posibilidad de abastecimiento ni ayuda; capitularon, saliendo salva su población con los bienes que pudieron llevar, bajo protección cristiana hasta la ciudad musulmana a que quisiesen ir...»

Ref.:  Historia de España, Ramón Menéndez Pidal, Tomo XIII, Castilla y León (1217-1349) página 49, Espasa-Calpe, Madrid 1990]ISBN-84-239-4800-5 

Un hecho destacable es que la toma de Úbeda se realizó mediante Capitulaciones, evitando una nueva matanza y posibilitando la coexistencia de distintas etnias que formaban una población de varias culturas (pueblo árabe, pueblo judío y cristiana). Durante más de dos siglos la ciudad participa activamente en la lucha contra los musulmanes, gozando de amplia autonomía en su gobierno local, regido por el Concejo apoyado por la veinticuatría.

Factor decisivo en este período es su importante valor geoestratégico. Durante casi tres siglos fue población fronteriza, primero de avanzada y luego muy cercana a la frontera entre los reinos de Taifa de Granada y Reino de Castilla. Este hecho determina que los sucesivos reyes castellanos le otorguen numerosos privilegios y concesiones, como el Fuero de Cuenca, para favorecer la fijación de una población, formada por castellanos y navarro-aragoneses, que permanezca frente a circunstancias de vida adversas propias de una zona fronteriza.

Episodios como el de 1368, en el que la ciudad es asolada con motivo de la guerra civil entre Pedro I de Castilla y Enrique II de Castilla, avivó la rivalidad entre los bandos locales, que dieron lugar a que, a semejanza de lo ocurrido en Baeza, las murallas y torres del Alcázar fuesen demolidas en 1506 por orden real, a fin de poner paz entre dichos bandos.

La provincia de la jurisdicción de Úbeda se extendía desde Torres de Acún (Granada) hasta Santisteban del Puerto, pasando por Albánchez de Úbeda, Huesa y Canena, y a mitad del siglo XVI también incluía a las villas de Cabra del Santo Cristo, Jimena, Quesada, Peal, Sabiote y Torreperogil.

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