Vivimos unos tiempos en que la política en muchas personas produce un rechazo rotundo, indicando un desprecio hacia el político y a la actividad política. También el político es visto por muchos ciudadanos como oportunista, demagogo, carente de valores y de principios, que no se detiene ante nada… Lo más importante es llegar al poder y una vez allí permanecer en él a costa de cualquier precio. Es lamentable que una gran parte de los ciudadanos (cada vez mayor) tengan una visión tan negativa de lo que es la política. Pero esto es debido a las actuaciones políticas que se están llevando a cabo por “nuestros políticos” y a todos los niveles. Así no es de extrañar que durante el último año las encuestas del CIS revelen que el tercer problema para los españoles son los políticos. El caso es que la percepción del ciudadano es que el político ha pasado de ser la solución al origen del problema.
La importancia de la política no puede ser ignorada por ninguna persona responsable que es consciente de lo que implica y exige vivir en sociedad. Frente al rechazo de la política, al egoísmo, a las palabras huecas de algunos políticos que a falta de propuestas y programas elaboran panfletos, a la escasa visión de los políticos, frente a todo esto podemos decepcionarnos, permanecer indiferentes, criticar, actuar cínicamente… Pero el desencanto, la impotencia, el cinismo y el odio, no permiten ningún paso en una dirección constructiva y de crecimiento que contribuya al engrandecimiento de la persona como ciudadano y de su ciudad, región o país.
Bajo esta perspectiva tenemos que hacernos algunas preguntas: ¿Comprendemos la política de este modo? ¿Cómo debemos actuar? ¿Tenemos cultura política?
Ante esta realidad debemos empezar a formarnos con una conciencia que esté formada de valores y de principios; donde se entienda y se comprenda a todo nivel, que el ser político implica una misión y vocación de entrega y servicio a la ciudadanía. Sólo se realiza una auténtica tarea política, cuando las personas se entregan a la consecución de fines que no son sus fines, ni de sus partidos, sino de todos los ciudadanos. Mientras no se tome conciencia de esto ni se hace política, ni se es político.
“La política es el arte de gobernar, y su objetivo usar el poder para buscar el bién común de todos los ciudadanos. Es una vocación al servicio de los demás.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario