Es la 1:40 de la
madrugada de hoy, ya 26-11-2013. Como casi todas las noches llego a casa
después de sacar a mi perro a dar un paseo por la calle Nueva. Salgo del portal
del Pasaje Nueva Victoria y lo atravieso, más o menos como puedo, sorteando e
intentando no pisar ni molestar a ninguna de las “79 personas” que hoy y a estas horas están “tiradas” en el suelo,
durmiendo ahí; inmigrantes o no, blancos o negros, africanos o europeos, pero
ante todo personas. Personas durmiendo en el suelo, en rigurosa fila, a ambos
lados, sobre cartones, liados en mantas y ropas que poco antes o en días
pasados voluntarios de Magisterio de SAFA, o de alguna Cofradía le han ido
dando. Indescriptible cómo se queda uno. Salgo fuera del pasaje, ya en la calle
Nueva, hay otras cinco o seis personas, inmigrantes también con peor fortuna;
por falta de sitio no se han podido acoplar en este “albergue improvisado”.
Recorro la calle Nueva. Cada soportal, cada cajero de alguna entidad bancaria,
por pequeño que sea, sirve de refugio para otros con sus mismos cartones y
mantas. Desolador. Pasa una patrulla de la Policía Nacional, en su rutina
vigilancia nocturna, lentamente, observa y continúa. En fin, una situación con
la que llevamos conviviendo año tras año por estas fechas, cuando se acerca la
campaña de la aceituna.
Hace unos días veía
en las redes sociales una noticia interesante: Nuestra querida ciudad, nuestra
Ubeda querida, se encuentra en el nº 38 del ranking de los 100 mejores destinos
de TRIVAGO. Curiosamente, es una de las pocas cosas que he visto que nuestro Alcalde
ha corrido a publicar en su muro de Facebook: “Ubeda, Ciudad Monumental, Ubeda
Patrimonio de la Humanidad”. Pues creo que hoy hemos entrado en otro ranking y
por la puerta grande (como se dice en los toros) directos al puesto Nº 1: “Ubeda Patrimonio de la IN-Humanidad”
Eran más o menos las
19:30 de la tarde cuando leía en las redes sociales una noticia publicada por
nuestro amigo Alberto Román: “un numeroso
grupo de inmigrantes se desplazaba hacia el Polideportivo Municipal con el
propósito de refugiarse allí para pasar la noche”. Iban acompañados de
algunos ciudadanos, encabezados por Nicolás Galisteo Padilla. Pues ni corto ni
perezoso y dando un paseíto bajé hasta allí, y vi como mas de 100 personas
estaban dentro, en los pasillos de arriba del Polideportivo, preparando sus
cartones y mantas para pasar la noche bajo cobijo. Mientras unos chavales
jugaban al baloncesto y asistían atónitos a la escena. El pobre conserje no
sabía que hacer: “yo a las 22:00 me voy y tengo que dejar esto cerrado”. La
noche podía presentarse conflictiva.
Mientras subía de
regreso a mi casa, el goteo de estas personas bajando era incesante durante
todo el camino de regreso. Sobre las 22:00 h. leía otra noticia en las redes
sociales, también publicada por Alberto Román “los inmigrantes continuaban en
el polideportivo, al parecer, sin incidentes y todo hacía presagiar que podrían
pasar la noche allí”. Media hora más tarde se publicaba otra noticia: “Agentes
de la Policía habían desalojado el Polideportivo”. Afortunadamente todo ha sido
pacífico, sin incidentes que yo sepa y por lo que me han contando.
Rápidamente he salido
de mi piso y al abrir la puerta del bloque “BINGO: El hotel estaba completo. Y
con lista de espera.” Junto a estas personas, otras: alumnos y alumnas de
Magisterio de SAFA y de algunas Cofradías repartiendo ropa, mantas, leche
caliente y otros alimentos… intentando poner un poco de orden.
La tensión, la
indignación y la impotencia se respiraba en el ambiente. Estoy seguro que su
Señoría nuestro Ilmo Sr. Alcalde le han tenido que pitar mucho los oídos esta
noche; quiera Dios que no se nos levante con una otitis, amén.
Me contaban estos
chavales de SAFA que unos 20 agentes de policía o más habían llegado en coches
y furgones, porra en mano, dispuestos y bien dispuestos a dejar nuestro
polideportivo bien limpio y cerrado. “¿Quién dio la orden?” Supongo que huelga
la pregunta por obvia la respuesta. Incluso me cuenta algunos que estaban allí
repartiendo leche caliente y que como se había acabado salieron a calentar más
para volver de nuevo. Y cual fue su sorpresa al llegar de nuevo al
Polideportivo y ver como la Policía les impedía el acceso: estaban con el
desalojo. Veo sus caras cuando me lo cuentan, mitad incredulidad, mitad
indignación; mitad rabia, mitad desolación…
Y mientras seguimos
hablando en el mismo pasaje, estas personas siguen organizándose y acoplándose
como pueden, resignados, ellos no quieren molestar.
Les pedimos permiso
para hacer unas fotos y se abre el debate. Muchos de ellos se oponen, no quieren.
Fundamentalmente es por dos motivos: 1.) porque tienen miedo a represalias y
2.) porque si las fotos las vieran algunos de sus familiares en sus países para
ellos sería una vergüenza, una humillación. Eso me contaban. Y ante todo,
dignidad.
Y esto es lo que
sucede en nuestra maravillosa ciudad, esa que es nº 38 del ranking de los 100
mejores destinos de TRIVAGO y también nº 1 del ranking de ciudades Patrimonio
de la In-Humanidad.
Luego algunos dirán
por ahí que esto es “demagogia”. Que si los albergues se abren el día 29, que
si esa decisión no corresponde al Ayuntamiento…
Y yo digo “¿demagogia?”.
Esto es una realidad cruel, que está ahí, que se puede ver, comprobar, con la
que se puede vivir. A estos yo les invito a que paseen por la calle Nueva, por
el Pasaje Nueva Victoria, por otros pasajes de la ciudad, por los cajeros de
las entidades bancarias y disfruten del espectáculo nocturno que ellos gustan
llamar demagogia.